Las bombillas halógenas (A) contienen gas presurizado.
El manejo inapropiado de una bombilla podría hacerla explotar
en pequeños fragmentos. Para evitar daños personales:
Manipular la bombilla por su base. Mantener la bombilla limpia
de aceite. Usar guantes para evitar tocar el cristal.
Desconectar el interruptor de luces y dejar enfriar las bombillas
antes de cambiarlas. Mantener el interruptor desconectado hasta haber
realizado el cambio de bombilla.
Usar protección ocular.
No dejar caer ni arañar las bombillas. Mantenerla a salvo
de la humedad.
Ponga la bombilla usada en la caja de la bombilla nueva y deséchela
adecuadamente. Mantenerlas alejadas del alcance de los niños.